Tras un embarazo, la recuperación del cuerpo de la mujer es lenta y, en la mayoría de las ocasiones no cumple las expectativas en tiempo y en forma de la nueva madre.
Pero ¿como consiguen las “famosas” salir del hospital con un aspecto físico incluso mejorado? La respuesta es el denominado «Mommy Makeover», un término anglosajón que engloba diferentes técnicas, de cirugía estética y tratamientos cosméticos, para practicar en el momento del nacimiento del bebé o inmediatamente después y que está arrasando en Estados Unidos y que ahora empieza a practicarse en España.
Existen dos tipos de Mommy Makeover (o cirugía estética tras embarazo): Inmediato o Diferido.
El denominado Mommy Makeover “inmediato” consiste en una combinación de tratamientos cosméticos y dieta “a medida” durante el embarazo junto con una cesárea programada al 8º mes combinada con cirugía estética en el mismo acto quirúrgico.
En mi opinión los dos primeros puntos de esta nueva tendencia me parecen correctos, deseables e incluso recomendables; simplemente se trata de cuidar la piel y hacer una dieta equilibrada en orden a no coger demasiado peso durante la gestación. Sin embargo, estoy en total desacuerdo con la realización de este tipo de intervención de forma precoz. Las razones son simples y fácilmente comprensibles. Es cierto que durante el último mes de embarazo es cuando más grasa se acumula en cartucheras, cuando el pecho sufre su mayor distensión preparándose para la lactancia y el abdomen más distiende; sin embargo, son cambios transitorios que generalmente regresan tras el nacimiento y que no justifican, solo por esa razón, la indicación de una cesárea programada antes de esa fecha. Por otro lado realizar intervenciones como el aumento de pecho o mastopexia durante ese momento puede aumentar el indice de complicaciones ya que debido a la inflamación de los conductos galactóforos, preparados para la lactancia, habría un mayor riesgo de contaminación del implante. Por último, durante la gestación los tejidos sufren una importantísima distensión, por lo que una cirugía muy precoz después del embarazo no daría más que un resultado parcial y, por supuesto, no definitivo.