No es lo mismo una mama caída que una mama vacía. Es fundamental saber diferenciar ambos conceptos ya que el procedimiento que utilizaremos para corregir el problema (mastopexia) será totalmente distinto en uno o en otro caso.
Cuando hablamos de mama vacía pero bien posicionada la detectamos por presentar un pezón caído pero por encima del surco submamario de la paciente. Es en estos casos podemos llevar a cabo la elevación mamaria mediante un implante mamario que presente la adecuada altura y proyección. Esta cirugía hará posible que la paciente no presente cicatrices verticales innecesarias en su pecho.
En el caso de que la mama se presente caída pero no vacía, es posible detectarla con una simple pregunta a la paciente: ¿cómo se nota el pecho, en cuanto a volumen, con el sujetador puesto?
Si la respuesta es que con el sujetador se lo ve bien, con un volumen adecuado, estaríamos ante una mastopexia que es posible llevar a cabo sin necesidad de utilizar implantes.
Si por el contrario la paciente se refiere a su pecho comentando que no le gusta el volumen que presenta con el sujetador puesto, la solución debería pasar necesariamente por una mastopexia- elevación con prótesis. Es cierto que existen otras muchas variables que hay que tener en cuenta antes de optar por una u otra opción, pero ese es el arranque lógico a la hora de sopesar inicialmente una u otra cirugía.
Para conseguir dar volumen a un pecho vacío y caído sin necesidad de prótesis el Dr. Emilio Cabrera, experto en mastopexia, usa una técnica que posibilita la reconstrucción mamaria con tejido de la propia paciente. Parte del tejido de la porción mamaria inferior se conserva adherido a la parrilla costal y al músculo pectoral mayor, permitiendo la vascularización, de manera que puede modelarse y ser utilizado para la reconstrucción “autóloga” de la mama.
Os mostramos una imagen de un caso intervenido por el Dr. Emilio Cabrera realizado mediante este procedimiento autólogo sin implante.