Nos pide cita una chica de 21 años que dice tener un problema de pecho poco desarrollado y quiere realizarse un aumento de pecho. Pero cuando se la explora detectamos que no se trata de un caso normal sino que se complica con la existencia de mamas tuberosas. ¿Qué hubiera ocurrido si hubiera acudido a un especialista no cualificado y éste no diagnostica tal circunstancia? Pues que la cirugía no hubiera tenido un resultado estético tan impecable y perfecto.
“Snoopy breast” o “breast like a Snoopy´s nose» es la forma como los anglosajones denominan a la denominada mama tuberosa o tubular. Las llaman así porque su forma les recuerda la silueta del famoso personaje de comic, Snoopy. Se trata de una malformación de la mama que puede afectar a uno o a los dos pechos, sin una causa conocida. Su diagnóstico, al menos en los casos mas severos, suele hacerse al finalizar del desarrollo mamario, siendo una deformidad que es vivida por parte de las pacientes que la sufren, con gran ansiedad al ver que sus mamas “no son normales” sin saber bien porqué.
La clave para solucionar esta deformidad está en un aumento mamario. Pero no sirve un aumento realizado de cualquier manera que no tenga en cuenta que estamos ante una mama tuberosa. Lo primero es llevar a cabo un exhaustivo diagnóstico. Para las mamas tuberosas es esencial una correcta exploración física que indique el plan quirúrgico mas adecuado a través del que solucionar el problema. Si está malformación pasa desapercibida para el cirujano (aun en casos en que sea leve), el resultado de la reconstrucción mamaria no será el esperado. Para empezar debe usarse implante anatómico y nunca redondo, además de una meticulosa planificación de la cirugía que se atenga a las características encontradas en la exploración.
A grandes rasgos, las mamas tuberosas tienen tres características destacables:
- Escaso desarrollo de los cuadrantes inferiores de la mama.
- Ausencia de surco submamario o constricción del mismo.
- Forma tubular de la mama.
Desde el punto de vista anatómico este problema está relacionado con las fascias (especie de tela) que rodean a la glándula mamaria. En las mamas tuberosas, la fascia superficial desaparece a nivel del complejo areola-pezón lo que hace que, al no haber resistencia, se hernie parte de la glándula y ofrezca ese aspecto de tubérculo a la mama, que hace que esta sea denominada como mama tuberosa o tubular . Por otra parte la fascia profunda sufre un engrosamiento a nivel del polo inferior, generando una banda constrictiva que impide el correcto desarrollo de la mama a ese nivel.