Uno de los aspectos más importantes para obtener buenos resultados en rinoplastia es entender muy bien qué es lo que el paciente desea cambiar en concreto de su nariz. Asimismo, el cirujano debe trasmitir al paciente cuales son los resultados alcanzables para su caso concreto. Antes de someterse a una cirugía plástica nasal deben ponerse sobre la mesa objetivos realistas que tanto el paciente como el cirujano entiendan muy bien.
Además de la evaluación del estado de salud general del paciente es importante conocer si existe antecedente de traumatismo nasal o si presenta alguna alteración o déficit en la ventilación. Es muy importante investigar asimismo sobre si el paciente sufre de migrañas o dolores de cabeza, ya que en algunos casos son secundarios a un problema de ventilación nasal.
En el análisis facial debemos tomar en consideración los siguientes aspectos:
CALIDAD DE PIEL: La calidad de la piel es lo primero que se debe evaluar en una rinoplastia mucho antes que la forma o la función de la nariz.
Aquellos pacientes con unapiel gruesa o sebácea determinarán una mayor dificultad para conseguir una adecuada definición nasal, ya que el espesor de la piel dificultará que se aprecien los cambios estructurales internos.
Por el contrario, los pacientes con piel fina determinarán una mejor definición de las estructuras tratadas, fundamentalmente de la punta nasal. Sin embargo, en pacientes con este tipo de piel, hay que ser aun más precisos en la cirugía, ya que podría notarse la más mínima irregularidad interna.
Es muy importante este paso y la discusión con el cirujano acerca de la calidad cutánea para su rinoplastia .
ESTRUCTURAS FACIALES ADYACENTES: Es muy importante evaluar la nariz dentro de su marco facial, explorando el resto de estructuras faciales, más allá de la nariz. La nariz debe ser la adecuada para el rostro del paciente con objeto de que la rinoplastia mejore el resto de rasgos anatómicos de la cara. Hay que evaluar la relación del dorso nasal con los cantos internos de los ojos, con los pómulos, con los labios, y fundamentalmente, en la visión de perfil, con el mentón.
Examen externo: debe ser sistematizado y ordenado; explorándose desde la porción superior de la nariz hasta la punta nasal. Hay que evaluar asimetrías, los huesos nasales, la longitud de los mismos, la presencia de giba dorsal y la anchura de la punta nasal.
Examen interno: es fundamental para ver el posicionamiento del septum nasal (tabique nasal), su conformación, así como la hipertrofia de los turbinados inferiores (hipertrofia de cornetes).