El tratamiento de cirugía plástica en extremidades inferiores (lifting de muslos) en pacientes que han experimentado una pérdida masiva de peso, supone subsanar una serie de limitaciones funcionales (junto a una recuperación estética) borrando las secuelas del adelgazamiento. El cirujano plástico se encuentra ante una cirugía corporal reconstrucitiva en el que el fin principal es funcional, consiguiéndose además un beneficio secundario: la mejora estética.
Existen múltiples técnicas para conseguir el rejuvenecimiento de la cara anterointerna del muslo, aunque ninguna es completamente satisfactoria para todas las deformidades. Para el Dr. Emilio Cabrera, cruroplastia clásica tiene efectos no deseados entre los que se incluyen deformidades postoperatorias residuales en el contorno del muslo, cicatrices hipertróficas o ensanchadas y la insatisfacción del paciente con la ubicación de la propia cicatriz.
Es importante esa preocupación por las secuelas de cicatrices que nos muestran los pacientes, y que les llevan en algunos casos a ser reacios a someterse a procedimientos de cruroplastia. Para evitar ese problema, en Cabrera Plástica & Estética realizamos la cruroplastia en “L invertida”, con escisión vertical y descarga horizontal a nivel inguinal. La visibilidad de la cicatriz vertical se evita quedando ésta correctamente localizada en una línea imaginaria que una el tubérculo del pubis y el cóndilo femoral medial de la rodilla. Con una incisión precisa, la cicatriz será inapreciable en la visión frontal.