No son pocas las pacientes que me hacen esta pregunta cuando acuden a mi consulta muy frustradas por su abdomen abultado tras los embarazos. Ha transcurrido un tiempo, a veces bastante, desde que dieron a luz, y su barriga sigue teniendo el aspecto de un vientre hinchado, como aun embarazado, y confiesan no saber qué hacer para solucionarlo. Incluso cuando adoptan ciertas posturas, un bulto parece querer salir de su barriga. Es entonces cuando les hablo de la diástasis de rectos o diástasis abdominal y de su solución mediante abdominoplastia con cirugía de los músculos rectos anteriores del abdomen. Y les subrayo que para combatirla nunca se deben hacer ejercicios abdominales ya que realmente empeorarán la diástasis, problema que también es padecido por los hombres, pero por otros motivos.
Para que se hagan una idea de lo que hablo les recuerdo esas “tabletas” que se forman en el abdomen de deportistas y atletas. Las dos filas simétricas que ascienden están unidas por la llamada “línea alba” y ancladas al borde superior del pubis. Durante el embarazo, esta línea se expande y se produce la diástasis, que será mas o menos acusada según la hayamos prevenido, y a tenor de ello repercutirá mas o menos en nuestro día a día, mas allá del plano estético, con problemas en suelo pélvico o incluso digestivos.
Para saber si existe diástasis coloco a los pacientes en la camilla acostados de espaldas y les pido que levanten las piernas hasta formar un ángulo de 75 º con el abdomen. En esa posición se hace muy evidente una diástasis y se puede diagnosticar sin duda alguna, pudiendo medir la distancia entre ambos músculos y establecer el grado de severidad de la misma. La consecuencia quirúrgica será una abdominoplastia con plicatura abdominal, colocando unas suturas permanentes en la fascia, en los músculos rectos anteriores, y en ocasiones también de los músculos oblicuos.
En este caso podéis ver cómo era la situación de la paciente y cuál fue el resultado.