La evolución de la cirugía plástica afecta a todos sus procedimientos, como los de cirugía facial. Es ya un hecho constatado que el injerto de grasa facial ha supuesto una revolución en el abordaje del cirujano plástico en materia de rejuvenecimiento facial. Se trata de una técnica que se ha revelado como un método eficaz y natural que tiene como fin rellenar áreas faciales que presenten pérdida de volumen y atrofia cutánea.
Gracias a este injerto de grasa en el rostro es posible proporcionar al paciente una cara con unos rasgos más suavizados, también se obtiene una piel revitalizada y más luminosa, y como fin se consigue rejuvenecer los efectos que la edad va dejando en la cara en su transcurrir. Para llevar a cabo el procedimiento de injerto de grasa en la cara es preciso extraer ésta de zonas corporales con exceso de ella. Son zonas como la cara externa de los muslos y el abdomen. Tradicionalmente, la grasa que se obtenía tras realizar liposucción en estas zonas se tiraba. Pero hoy día puede recuperarse al suponer la base de un tratamiento eficaz como método de rejuvenecimiento facial. El injerto facial con grasa en los casos indicados por el cirujano, es un tratamiento eficaz con unos resultados espectaculares. Para poder realizar un injerto graso no se lleva a cabo la liposucción de la manera convencional, sino que se extrae la grasa, se purifica mediante una centrifugación y posteriormente se prepara para ser inyectada de cara a ir moldeando la zona que queramos tratar en la cara.