Bien por causas congénitas o adquiridas, se calcula que un 10% de las mujeres sufren el llamado «pezón invertido«, un problema que se puede solucionar y que viene motivado por la retracción de los conductos galactóforos, que «arrastran» al pezón hacia adentro. Para su correción es necesario cortar esos conductos y así posibilitar que el pezón salga hacia afuera.
Pero se corre el riesgo de que con el tiempo éste vuelva a invaginarse, incluso debido a la propia cicatrización. Para evitarlo hay que dar soporte al pezón. El Dr Emilio Cabrera diseña dos colgajos areolares que se cruzan bajo el pezón y consiguen un armazón que evita un nuevo descenso. En las siguientes imágenes os mostramos cómo se lleva a cabo este procedimiento.
Incisiones laterales de 5 mm. Liberación de conductos galactóforos.
Colgajos areolares de soporte (evitar recidivas)